jueves, 13 de noviembre de 2014

DANZAS FOLCLÓRICAS DE MÉXICO

Las danzas folclóricas de México resultan alegres y coloridas, en parte por los trajes regionales que suelen utilizar los bailarines, así como por el acompañamiento de músicos que interpretan en vivo la pieza musical en turno. A continuación te mostramos las danzas folclóricas más típicas de México para que las disfrutes al visitarnos.




 - Foto por Adriana Alonso/ Creative Commons

 Jarabe Tapatío


El Jarabe tapatío es considerado el baile nacional de México. Nació a finales del siglo XIX en el estado de Jalisco y es ejecutado con el paso llamado “zapateado”. Es acompañado por música de mariachi y los bailarines portan los dos trajes típicos nacionales, el traje de charro, para el hombre, y el vestido de china poblana para la mujer y es ejecutado con el paso llamado “zapateado”. Es acompañado por música de mariachi y los bailarines portan los dos trajes típicos nacionales, el traje de charro, para el hombre, y el vestido de china poblana para la mujer









 Danza de los Viejitos

Es una de las danzas folclóricas más divertidas de México. Tiene su origen en el estado de Michoacán y para llevarla a cabo los danzantes se disfrazan con máscaras de madera que simulan el rostro de viejitos al tiempo que portan su bastón y la vestimenta típica purépecha, con pantalones y camisa de manta blanca cubierta con un sarape o jorongo. Son acompañados por músicos armados de violines y guitarras - Foto por Jessicatena / Creative Commons





miércoles, 12 de noviembre de 2014


Danza de TECUANIS o TECUANES:

Es prácticamente la misma danza que la conocida como "Tlacololeros". El personaje central de estas danzas es el "tecuani", voz náhuatl que quiere decir "tigre" o "jaguar", es decir, "el que come gente".

El ritual expresa la dificultad para domar la tierra. El jaguar era símbolo de la tierra, los campesinos buscaban la manera de cazarlo, hasta que lo logran con la ayuda del Dios de la lluvia. Con el tiempo se han incorporado personajes como la muerte, el diablo y la bruja.

Los cazadores llevan máscaras y usan botas o chaparreras, sombreros enormes y chaquetas de fibra de maguey. Portan látigos con los que se golpean unos a otros, tratando de acertar a la manga derecha que está rellena de trapos o algodón, al tiempo que ejecutan un taconeo complicado y de gran  precisión.    
                    





Danza de los Quetzales: 
Es una danza muy atractiva, el enorme tocado singular y multicolor es muy llamativo, el armazón circular de la corona del (cuetzaltique, llamado así un solo danzante) está entrelazado con tiras de papel metálico de varios colores; cada extremidad libre está coronada por pequeñas plumas, originalmente de perico o cotorro, en la actualidad, blancas de gallina. Un gran cono soporta el disco del tocado, justamente en el centro, encima del como, hace muchos años, tenía una decoración constituida por un pájaro en ambos lados. El traje de la danza consiste en un pantalón rojo con franjas amarillas hechas con listones y fleco del mismo color, mismos que son llevados sobre los calzones blancos del diario. 
                         

Bailes típicos de Puebla



En la actualidad la vestimenta usada es una camisa blanca de manga larga, una calzonera por encima del pantalón o calzón habituales que constituye una especie de chaparrera de satín o popelina negra y tiene dos aberturas laterales que tienen un forro de otro color, ya sea rojo o amarillo. A esta prenda se le aplican fileteados y orlas de listón o fleco, dorado o plateado, combinándolo con una franja de otro color.

Danza de los negritos:

Aunque es difícil precisar el origen de esta danza, se piensa que data de 1550, cuando entre los esclavos negros que trabajaban en la finca de un español existía una mujer cuyo hijo salió una tarde a cortar leña, pero fue mordido por una víbora; entonces la mujer, junto con otros esclavos negros, llevó al cabo un ritual con bailes y gritos esperando que un milagro salvara a su hijo. Los totonacos que observaron el acto, lo imitaron hasta llegar a la danza que podemos observar hoy en día.